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martes, 1 de marzo de 2011

La primera infancia de la arquitectura ecológica...

Artículo de Irene Fernández Álvarez, arquitecta.


Aún nos queda mucho por hacer y avanzar...


Lo que estamos consiguiendo hacer, es un primer paso, pero aún es poco… si lo comparamos con el desarrollo humano, nuestros edificios están en la primera infancia de lo ecológico… con pañales!

Ya hemos hecho lo más importante y necesario, que es introducir las variables medioambientales desde el inicio del proyecto. Dentro de todos los conceptos que se manejan a la hora de comenzar un diseño global, hasta ejecutar el más mínimo de los detalles, los arquitectos “ecológicos” incluyen la variable de la sostenibilidad en sus decisiones. Esto es fundamental.

Así, las construcciones tienen que ser bioclimáticas, es decir, tener sentido y coherencia en el clima en que se insertan, tener en cuenta el soleamiento, tener en cuenta la ventilación y el viento y desarrollar estrategias pasivas en verano y en invierno, para cubrir una buena parte de las necesidades de confort higrotérmico interior de los usuarios en función del clima. También tienen que tener un diseño coherente a las variables climáticas como la lluvia, etc.

En este campo estamos bastante avanzados. Hay muchos arquitectos incluso que no se incluyen dentro de los “ecológicos” que hacen edificios que funcionan a la perfección, simplemente porque lo bioclimático en última instancia es una cuestión de “sentido común”. Cualquier buen arquitecto atiende a este tipo de condicionantes, y no solo las variables climáticas, sino el tipo de luz, la inserción en el lugar, en el paisaje, en las costumbres locales y en la cultura.

En relación a este tema, la diferencia de los “eco-arquitectos” y los simplemente buenos arquitectos en este campo, es que algunos casos llevan a su máxima expresión este aprovechamiento pasivo, introduciendo sistemas tecnológicamente avanzados, domóticos e inmóticos para correr automáticamente paneles, girar lamas en función de la orientación solar a lo largo del día, ventilar durante la noche enfriando la estructura del edificio, etc.

En cambio mucha de la construcción "convencional", cambia la orientación de un edificio y ni se inmuta.

Otro elemento que introducen los arquitectos que intentan hacer diseño sostenible, es la eficiencia energética. No solo vamos a hacer un edificio pasivo que consuma mucho menos que uno normal, que esté adaptado a las necesidades y al clima y mejor aislado, sino que además el consumo que las necesidades energéticas de este edificio las vamos a cubrir de forma sostenible: paneles solares térmicos, termodinámicos, fotovoltaicos, la mini eólica con muy poca inserción por el momento y por tanto con un gran potencial de desarrollo, la biomasa, controvertida pero muy adecuada según que casos, los biocombustibles, la geotermia y derivaciones de la geotermia (por ejemplo utilizar una masa de agua para generar el intercambio de calor necesario del sistema de bomba de calor, en vez del terreno)

Estos dos campos son los que están más desarrollados, también por el apoyo a estas dos áreas, porque se ha producido más allá del concepto de los profesionales, una identificación entre eficiencia energética y sostenibilidad. Esto se produce también por los compromisos adquiridos por el Gobierno español en Kyoto, en relación al cambio climático y también porque la energía… cuesta mucho dinero, con lo cual el interés de implantar estos sistemas de ahorro es más claro para los clientes y sus periodos de amortización son muy razonables, lo cual los hace más viables. No hay que olvidar ese factor que he evocado… la arquitectura cuesta MUCHO DINERO y eso determina en buena parte nuestro margen de maniobra en un proyecto.


Pero más allá del ahorro y la eficiencia energética, hay muchos áreas fundamentales en las que todavía no hemos conseguido una verdadera inclusión, ni siquiera en edificios etiquetados como "ecológicos", aunque la tecnología para ello existe. En la mayor parte de los casos, ni siquiera es necesaria una gran tecnología, sino puro sentido común.

Al agua y la gravedad y sin sentido de los sistemas actuales, le dedicaremos un artículo específico. Solo decir hoy que resulta inadmisible que dediquemos un gran número de químicos y energía a potabilizar agua que se dedica a los retretes, la lavadora, la bañera, la limpieza y hasta los jardines y lavados de coche.

Los materiales y los sistemas constructivos también es un tema poco desarrollado. Contamos en el mercado con un gran número de materiales “ecológicos” , “reciclados”, “sanos”, etc. pero por el momento nos encontramos con numerosas dificultades: desde la publicidad engañosa, hasta la falta de datos e investigación contrastada, pasando por limitación y zancadillas de la propia normativa, como el CTE.

(...) continuará.

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